Juicio Político

Meoqui: 316 años de historia y tradición

Este mes celebramos con el corazón lleno de alegría y orgullo el 316 aniversario de la fundación de Meoqui, que nació como Pueblo de San Pablo, llamado así por su fundador, Fray Andrés Ramírez. Una tierra forjada con el esfuerzo, la fe y la visión de mujeres y hombres que, con trabajo y con su espíritu firme, sembraron los cimientos de lo que hoy es una ciudad bella, hospitalaria y llena de historia.

A lo largo de más de tres siglos, Meoqui ha crecido sin perder su esencia. Nuestra gente sigue siendo su mayor riqueza: trabajadora, generosa, hospitalaria y con profundo amor por su tierra. Honramos el legado de quienes nos antecedieron, manteniendo viva su historia en las nuevas generaciones, porque hoy, más que nunca, promovemos nuestras raíces.

Nos llena de orgullo ser parte del Camino Real de Tierra Adentro, esa ruta que conectaba el norte con el centro del país y que convirtió a Meoqui en punto estratégico del México virreinal. Aquí, en este suelo que pisamos con gratitud, fue encarcelado el padre de la patria, Miguel Hidalgo y Costilla, junto a varios de sus compañeros insurgentes, tras ser capturados en 1811. También en 1866, en plena lucha contra la intervención francesa, el presidente Benito Juárez García estuvo en este lugar y en honor a su escolta y amigo, el general Pedro Meoqui Mañón, elevó al antiguo pueblo de San Pablo a Villa de Meoqui, inscribiéndolo para siempre en las páginas de la historia nacional. También durante la Revolución Mexicana, quedó la huella de nuestros Leones de San Pablo.

Pero Meoqui no solo es pasado, es presente, con una ciudad moderna, segura y de oportunidades para todos, que se transforma día a día gracias al trabajo con nuestra gente. El crecimiento urbano, económico y social avanza con paso firme, sin perder su esencia y su identidad. Aquí se construyen sueños, se abren caminos y se siembra futuro.

La naturaleza también nos bendice. El Río San Pedro Meoqui, nuestro Humedal de Importancia Internacional Sitio Ramsar 2047, es hogar temporal de pelícanos migratorios y casa permanente del rascón azteca, una especie en peligro de extinción que encuentra aquí un refugio seguro junto a cerca de 200 especies más, según los conteos de aves. Este tesoro ecológico no solo nos enorgullece, sino que también nos compromete a protegerlo con responsabilidad y amor.

Y cómo olvidar nuestras leyendas, como la de los Monitos de Meoqui, que nos conectan con lo mágico y lo ancestral, recordándonos que cada rincón de nuestra ciudad guarda una historia por contar y a nuestros reconocidos meoquenses, que han destacado incluso a nivel internacional.

Los festejos por estos 316 años comenzaron ayer con el arranque de nuestra tradicional Feria de San Pedro y San Pablo, donde Meoqui se vuelve a vestir de fiesta para celebrar en grande nuestras tradiciones, nuestra historia y, sobre todo, a nuestra gente. Porque esta feria no es solo un evento, es un punto de encuentro de las familias y amigos, un espacio de alegría, de convivencia y de identidad.

Además, durante el mes de junio tendremos días llenos de música, alegría, convivencia, expresiones culturales, deporte y recreación. Una fiesta que es de todos, donde nos reencontramos con nuestras raíces y celebramos lo que somos: una comunidad unida, orgullosa y llena de vida.

Hoy más que nunca, ser de Meoqui es un privilegio y una responsabilidad. Es llevar con dignidad el nombre de nuestra tierra, hablar con respeto de quienes nos la heredaron y mirar al futuro con la misma esperanza de nuestros antepasados, aportando nuestra visión y trabajo para su desarrollo, para la tranquilidad y seguridad de nuestra gente.

¡Feliz aniversario, Meoqui querido! Que tu historia siga iluminando nuestro camino y que nunca dejemos de sentirnos orgullosos de ser meoquenses.

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