Juicio Político

Salud Casa por Casa: el rostro humano de la transformación

Como legisladora y como mujer comprometida con el bienestar de mi estado, pocas veces me he sentido tan orgullosa de una política pública como del programa *Salud Casa por Casa*. No se trata de una promesa, ni de una campaña temporal. Es una transformación profunda y tangible que hoy toca las puertas de los hogares chihuahuenses con un mensaje claro: la salud es un derecho, no un privilegio.

Esta semana, más de 300 profesionales de la salud —médicas, médicos, enfermeras y enfermeros— recorren nuestras colonias y comunidades. No llegan con discursos, llegan con estetoscopios, tensiómetros, medicamentos, pero sobre todo, con el compromiso de cuidar de quienes más lo necesitan: nuestras personas mayores, nuestras vecinas y vecinos con discapacidad, nuestras familias.

Muchos se preguntarán: ¿por qué es tan importante este programa? La respuesta es clara y contundente. En México, 8 de cada 10 personas que acuden a un hospital público lo hacen por padecimientos prevenibles. Es decir, muchas de esas visitas pudieron evitarse con una atención temprana, con una revisión oportuna, con alguien que escuche antes de que sea demasiado tarde. Ahí está el corazón de *Salud Casa por Casa*: no solo cura, también previene, orienta, acompaña. Es salud con rostro humano.

Desde el 7 de octubre comenzó un censo que, casa por casa, ha preguntado a nuestros adultos mayores sobre su salud, su alimentación, su nivel de actividad física. Este ejercicio, lejos de ser una estadística fría, es el primer paso para construir un sistema de salud que sea verdaderamente cercano, digno y justo. Un sistema sin burocracias ni intermediarios, donde el Estado asume su responsabilidad de proteger a quienes durante años fueron ignorados por gobiernos indiferentes.

Desde Morena hemos asumido el compromiso de llevar la Cuarta Transformación a todos los rincones del país, y Chihuahua no es la excepción. Gracias al liderazgo de nuestra presidenta Claudia Sheinbaum y al trabajo incansable de la delegada Mayra Chávez, el bienestar ya no es un concepto abstracto: es una realidad que camina, que pregunta, que mide la presión y entrega medicamentos, que escucha.

Estamos redefiniendo lo que significa tener derecho a la salud. Lo que antes era exclusivo para quienes podían pagar una consulta privada, hoy se vuelve accesible para quienes nunca antes habían recibido una visita médica en casa.

Como diputada, pero sobre todo como chihuahuense, reafirmo que la transformación avanza cuando dejamos de ver la salud como un lujo y empezamos a verla como lo que siempre debió ser: una garantía para todas y todos.

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