Juicio Político

Ojinaga, Benavides y Coyame, presentes

Manuel Narváez Narváez

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Semana violenta en el noreste del estado deja 6 muertos, varios heridos y nueve detenidos.

En los últimos días los habitantes de los municipios de Ojinaga, Manuel Benavides y Coyame del Sotol han vivido el terror por los enfrentamientos entre grupos de la delincuencia organizada, y de éstos con las fuerzas del orden.

Estos hechos violentos se suman a los ocurridos en Culiacán, Sinaloa, donde opera uno de los cárteles más poderosos que controlan vastos territorios del país.

Los ´chapitos´ y los ´mayitos´ se distanciaron después de que uno de los hijos del ‘Chapo’ Guzmán, Joaquín, y el ‘Mayo’ Zambada supuestamente se entregaran a la DEA en El Paso, Texas, el mes pasado, lo que ha generado fuertes enfrentamientos, entre ellos en la capital sinaloense, y obligado a las autoridades estatales a suspender los festejos del mes patrio.

La imparable violencia que se extiende en varios estados de México ha afectado a Chiapas, donde casi un millar de personas tuvieron que cruzar el río Suchiate hacia Guatemala en busca de refugio.

Además, ya son miles los desplazados de sus comunidades por el crimen organizado que ha sentado sus reales en una de las tres entidades más pobres del país.

Aunado al cierre violento del sexenio más sangriento en lo que va del siglo, en Michoacán los productores siguen siendo extorsionados y asesinados por la mafia mexicana que se ha fortalecido y ampliado en los últimos seis años.

En el caso Chihuahua ya se advertía que los ataques del crimen organizado se recrudecerían debido a que es de las únicas entidades donde todavía gobierna la oposición, es decir, se presume un sobrecalentamiento de la plaza para hacer quedar mal a las autoridades locales.

Si bien es cierto que cada semana se reúnen en Juárez, Chihuahua u Ojinaga, como fue la semana pasada, autoridades de los tres órdenes de Gobierno para definir estrategias y combatir a la delincuencia organizada, cierto es también que los primeros en dar la cara y sufrir bajas son agentes de la SSPE, la AEI y de la FGE. Los militares y la Guardia Nacional se desplazan a su ritmo.

Pero la disputa del territorio estatal no sólo se da en las calles, sino también en las redes sociales, grupos afines al gobierno federal desde donde mantienen un golpeteo constante en contra del estatal, al que le recriminan el “desastre” en el que tiene a Chihuahua, por delitos que evidentemente corresponde atacar e investigar al Ejecutivo federal.

Indiscutiblemente que el país arde por los constantes enfrentamientos entre los cárteles del crimen organizado más poderosos del planeta, lo cual ha convertido a México en una de las naciones más violentas del mundo, y en este sexenio se confirma con la muerte violenta de 200 mil personas. Menos mal que no estamos en guerra.

La violencia en el noreste de Chihuahua llama mucho la atención debido a que, pese a ser denunciado en muchas ocasiones, largos tramos de la carretea que recorre ciudad Aldama hasta la fronteriza Ojinaga están intransitables, han ocasionado accidentes fatales y dificulta los recorridos de las fuerzas del orden.

Estas condiciones difíciles para transitar a esta región, hasta cierto punto olvidada por los presupuestos estatales y federales, permite que la delincuencia organizada opere con toda libertad y controle prácticamente la región desértica del estado, desde Aldama hasta Coyame.

También, hay que decirlo, la respuesta de la autoridad estatal y la federal no es oportuna porque no se nota el aval de una prevención y trabajo de inteligencia conjunto capaz de sofocar y limpiar la región de delincuentes.

Tampoco parece existir algún plan integral más allá de pensiones, becas y despensas que rescate del severo abandono de las autoridades a los cuatro municipios de la ruta del Sotol, del Sol o como se les hinche llamarla.

En lo personal me entristece que el territorio nacional y estatal esté en manos de dos cárteles, el del poder absoluto y el de la delincuencia organizada.

Me duele lo que ocurre a las familias de Ojinaga, Coyame, Manuel Benavides y Aldama, región que nos da identidad con la gesta revolucionaria (Cuchillo Parado), con el Sotol (con denominación de origen), con las grutas de Coyame, con sus dulces regionales, con el portento de Maravilla que es el Cañón del Pegüis, con el asentamiento menonita El Oasis, con su legado musical y de otras tantas cosas hermosas que ofrece el este del estado.

Bien por las fuerzas del orden estatal que, pese a ser responsabilidad del orden federal, no se arredran y van al frente a encarar a la delincuencia organizada.

Mal, muy mal por el abandono institucional y por el desaprovechamiento de sus tesoros culturales, históricos, musicales y naturales, y grave, muy grave de parte de aquell@s que le apuestan a la inseguridad por cuestiones políticas.

En el pecado llevarán la penitencia.

Es cuanto.

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