Juicio Político

Jóvenes y narcotráfico

“La educación es la vacuna contra la violencia”

Edward James Olmos

El fenómeno del narcotráfico y de la narcocultura se ha convertido en un tema controversial en la sociedad mexicana. Las televisoras han encontrado en el tema del tráfico de drogas y la acción que provoca las armas, las persecuciones, la traición y la corrupción del gobierno, un campo de oportunidad y crecimiento de espectadores.

“Éxito, mujeres, dinero fácil, autos, poder, estatus, valentía, orgullo, respeto, miedo” todo esto le venden a nuestros niños, niñas, adolescentes y jóvenes.

Ese falso poder y superioridad, es lo que los jóvenes admiran y como contradecirlo, si es lo que crecieron escuchando y viendo historias en donde los capos de la droga son villanos pero son amados como héroes por el pueblo.

México es reconocido a nivel internacional como uno de los países más ricos en diversidad cultural. De acuerdo con la Real Academia Española, la cultura se define como el conjunto de modos de vida y costumbres, conocimientos y grado de desarrollo artístico, científico, industrial, en una época o grupo social.

La cultura refleja el estatus de las personas que la practican. El surgimiento de la narco cultura inicia con la aceptación de los grupos de delincuencia organizada, violencia e impunidad. El narcotráfico ha producido un oleaje cultural que va desde modos de vida, cultos a la muerte, producción musical, publicaciones, hasta la provocación del miedo en la población.

Los jóvenes de Ciudad Juárez, históricamente han sido víctimas y también victimarios de lo que ha generado el narcotráfico. La narco cultura ha creado una generación de aspirantes al dinero fácil, nula empatía y la búsqueda de los grupos de delincuencia para formar parte de ellos. Los jóvenes son los principales admiradores y practicantes de la narco cultura.

Podríamos decir que la narco cultura no llego a nuestro país, sino que en realidad nació en los hogares debido a la indiferencia que nos resulta más cómodo ante nuestra realidad, se alimentó de la ignorancia y normalización de la violencia.

Ante esta situación de promoverse programas como ValoraT de la Dirección de Prevención Social de la Secretaría de Seguridad Pública Municipal, fomentarse también programas y proyectos comunitarios con apego y desarrollo cultural y artístico, ya que la ausencia de los mismos, en algunos casos orilla a los niños y jóvenes a consumir lo que se encuentra en su entorno y no se logra mejorar la percepción de la realidad.

No se trata solo de señalar lo que se está mal, sino de reflexionar y con madurez aceptar las responsabilidad y consecuencias que tenemos como ciudadanos y como miembros de una familia para generar mejores condiciones de vida a nuestros niños y jóvenes.

Alejandro Núñez / Catedrático

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