¿En la taza o bote de basura? Dónde se debe tirar el papel de baño, según la UNAM
Lo que hacemos con el papel higiénico después de usarlo puede parecer irrelevante, pero puede hacer la diferencia entre la salud y la enfermedad. Recientemente la UNAM decidió aportar al tema con una publicación en la que explican la manera correcta de disponer de este desecho.
Y es que de acuerdo a la investigadora Irma Rosas del Centro de Ciencias de la Atmósfera de la Universidad Nacional Autónoma de México (UNAM), en nuestro país se promovió la costumbre de deshacerse del papel dejándolo en la basura, en una época en que se usaban fosas sépticas, pero en la actualidad cuando casi todas las poblaciones cuentan con drenaje, esta costumbre resulta anacrónica.
La investigadora ha advertido sobre los peligros de dejar los papeles del baño en un bote o una bolsa en lugar de tirarlos a la taza del WC. Aquí exploramos por qué es importante seguir estas recomendaciones y los riesgos asociados con las heces expuestas al aire libre.
Propagación de bacterias
Cuando el papel higiénico usado se deja en un bote de basura en lugar de ser tirado en el WC, las bacterias presentes en las heces pueden multiplicarse rápidamente. Las heces contienen patógenos como E. coli, Salmonella y otros microorganismos que pueden causar enfermedades gastrointestinales graves.
Las bacterias presentes en las heces no solo se quedan en el papel higiénico, sino que pueden dispersarse en el aire. Cuando se abre o se manipula el bote de basura, estas bacterias pueden liberarse y ser inhaladas por las personas, aumentando el riesgo de infecciones respiratorias.
El contacto con las bacterias provenientes del papel higiénico usado puede resultar en infecciones cutáneas, gastrointestinales y respiratorias. Los niños, las personas mayores y aquellos con sistemas inmunológicos comprometidos son particularmente vulnerables a estos riesgos.
Riesgos de las heces de mascotas al aire libre
Un problema similar al del papel de baño, también señalado por la investigadora de la UNAM, representan las heces de las mascotas que no se limpian oportunamente.
Las heces de perros y otras mascotas que se dejan al aire libre pueden contaminar el suelo y el agua. Las bacterias y parásitos presentes en las heces pueden filtrarse en el suelo y llegar a fuentes de agua, afectando tanto a animales como a humanos.
Las heces de mascotas pueden contener parásitos y patógenos que pueden transmitirse a los humanos, conocidas como enfermedades zoonóticas. Algunas de estas enfermedades incluyen la toxocariasis, la giardiasis y la leptospirosis, que pueden tener consecuencias graves para la salud humana.
Recomendaciones de los expertos
Para minimizar los riesgos para la salud, los expertos recomiendan tirar el papel higiénico usado directamente en la taza del WC y asegurarse de que sea eliminado con el agua de descarga. Esto ayuda a contener y eliminar los patógenos de manera segura, reduciendo la posibilidad de que se propaguen en el ambiente.
Las heces de mascotas deben ser recogidas y eliminadas de manera higiénica. Utilizar bolsas biodegradables y tirarlas en contenedores de basura adecuados es esencial para prevenir la contaminación ambiental y la propagación de enfermedades.
La correcta disposición del papel higiénico y las heces de mascotas es muy importante para proteger la salud pública. Seguir las recomendaciones de los científicos, como las de la investigadora Irma Rosas, puede ayudar a reducir la propagación de bacterias y patógenos peligrosos, mejorando así la calidad de vida y la salud de la comunidad.