Estas son las recomendaciones para evitar una sobrecarga eléctrica en tu hogar

Puede parecer sorprendente, pero una sobrecarga eléctrica no siempre es causada por tormentas o fallos en el tendido eléctrico. A veces, el origen está dentro de casa. Desconectar mal un aparato eléctrico, especialmente si es de alta potencia, puede ser el detonante de un problema grave.
Aunque no es lo más frecuente, esta situación puede provocar consecuencias similares a las que generan los fenómenos naturales. Tradicionalmente, se ha atribuido la causa de estos problemas a las tormentas eléctricas, razón por la que muchos abuelos recomendaban desconectar todo durante una tormenta.
Y, aunque hoy las redes eléctricas son más robustas, los cargadores de dispositivos cumplen una función crítica al actuar como barrera ante sobretensiones. Sin embargo, no siempre logran contenerlas. En algunos casos, la sobrecarga surge cuando un aparato potente es desconectado bruscamente. Esto puede generar un desequilibrio de voltaje que, con el tiempo o por repetición, puede desgastar la instalación y dejarla vulnerable.
Las consecuencias económicas son la primera señal de alerta. Reemplazar aparatos dañados por una subida de tensión puede representar un alto costo. Esto era muy común en viviendas antiguas, donde los interruptores de control no estaban preparados para manejar altas tensiones.
Aun con instalaciones modernas, los picos de tensión pueden acortar la vida útil de los dispositivos, provocando desde fallos internos hasta pérdida de datos. En el peor de los escenarios, una sobrecarga puede provocar un incendio, extendiendo los daños al resto del inmueble.
La mejor manera de prevenir estos incidentes es mediante el uso de protectores de sobretensión. Estos dispositivos regulan el voltaje y bloquean el paso del exceso de energía hacia los aparatos, desviándolo a tierra. Funcionan con alta sensibilidad, activándose con cambios mínimos en la red eléctrica.
Un protector de sobretensión sirve tanto para dispositivos personales como para maquinaria industrial. Es útil en hogares, oficinas, locales comerciales o cualquier espacio que utilice electrodomésticos, computadoras o equipos caros. Además de proteger, ayuda a extender la vida útil de tus aparatos, evitando fallos críticos o incendios eléctricos.
Recomendaciones
Aquí algunas medidas clave para reducir el riesgo de sobrecarga:
No conectar demasiados aparatos a una misma regleta o enchufe.
Distribuir la carga eléctrica en diferentes circuitos.
Usar protectores de sobretensión para proteger equipos durante tormentas o fluctuaciones.
Optar por bombillas LED y aparatos con eficiencia energética A+ o superior.
Revisar periódicamente la instalación eléctrica con un profesional.
Desenchufar aparatos cuando no estén en uso para reducir consumo y riesgo de fallos.
Instalar un pararrayos si vives en zonas propensas a tormentas.
Evitar el contacto con cables no aislados y no usar aparatos con manos mojadas.
No utilizar “diablitos” (adaptadores caseros múltiples), ya que pueden generar sobrecalentamiento e incendios.
Una sobrecarga eléctrica no es un problema exclusivo del mal tiempo o de instalaciones viejas. Puede iniciarse con un mal hábito cotidiano, como desconectar bruscamente un equipo de alta potencia. La prevención, mediante educación eléctrica básica y el uso de tecnología de protección, puede ahorrarte dinero, sustos y graves consecuencias.