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Superar la muerte de un ser querido con lnteligencia Artificial

Un trágico accidente terminó con la vida de Roman Mazurenko cuando fue arrollado por un automóvil durante su viaje a Moscú en 2015. La noticia cayó como balde de agua fría a su mejor amiga, Eugenia Kuyda, quien se sumió en el dolor por la pérdida de su también roomie y compañero de aventuras. Aunque lo más devastador fue que jamás pudo despedirse de él.

En busca de algún placebo, la joven recurrió a las conversaciones que solían tener, añorando la alegría que sentía con cada nuevo mensaje. Lo extrañaba tanto que no se imaginaba pasar sus días sin volver a comunicarse con él, así que decidió resucitarlo.

El pensamiento de traer a los muertos a la vida puede ser descabellado, pero no para alguien como Eugenia: una experta en informática, especializada en Inteligencia Artificial (IA) y dueña de una start-up de ese mismo giro. Tenía todo a su favor para evitar perder el contacto con Roman, y lo utilizó.

La joven juntó más de ocho mil mensajes, correos electrónicos y comentarios en redes sociales para crear un chatbot que simulara ser su amigo fallecido. Y aunque inicialmente sí parecía una «versión robotizada», el algoritmo logró perfeccionar sus respuestas y, con ello, recrear de manera más auténtica a Roman.

“Le contaba todo lo que iba sucediendo en mi vida. Era mi modo de decirle todo lo que nunca tuve tiempo de decirle”, compartió la oriunda de Rusia en una entrevista con Quartz.

De ese modo, lo que inició como un proyecto personal, se convirtió en un emprendimiento de IA llamado “Replika”, el cual ofrece un chatbot personalizado capaz de crear “un espacio seguro para compartir pensamientos, creencias, experiencias, memorias y sueños”. Un servicio que, pese a ostentar buenas reseñas, especialistas aún debaten qué tan efectivo puede resultar para el proceso del duelo.

¿Qué son los deathbots?

En el 2014, la película “Her” fue galardonada con el “Premio Óscar al Mejor Guión Original” por la historia de Theodore Towbly y el vínculo emocional que generó con el sistema operativo de su computadora, llamado Samantha.

Un año antes, en 2013, la serie “Black Mirror” presentó una narrativa similar en el episodio Be Right Back, donde Martha descubre un servicio de IA que le permite volver a hablar con su novio muerto.

A su manera, dichas entregas abordaron el uso de los chatbots y la dependencia emocional que pueden generar en quienes la usan. Sin embargo, dicha discusión tendría su génesis a mediados de los años 60, cuando el alemán Joseph Weizenbaum ideó un programa informático de nombre Eliza para simular el comportamiento de una psicóloga; convirtiéndose, para varios especialistas, en el primer chatbot de la historia.

Pero cuando se trata de tecnologías capaces de desarrollar patrones de habla basados en personas reales, el proyecto de Eugenia Kuyda figura entre los pioneros, así como el Project December: Simulation Matrix de Open AI.

​Ambas entrarían en la categoría de los deathbots, griefbots o thanabots: robots capaces de mantener conversaciones basadas en la huella digital de las personas y, por lo mismo, usualmente empleados ante el fallecimiento de algún ser querido.

No obstante, esta cualidad despierta dudas entre especialistas de la salud mental, quienes opinan que los deathbots pueden ralentizar el proceso tradicional de duelo al crear una ilusión falsa de la realidad.

¿La IA ayuda o retrasa el proceso del duelo?

El duelo engloba todas las respuestas emocionales, intelectuales y hasta físicas que se presentan cuando una persona pierde algo o a alguien.

Es un proceso complicado, complejo y totalmente distinto para cada doliente: algunos se pueden sentir culpables, otros sumidos en la desesperanza o incluso habrá quien encontró consuelo y paz tras la muerte de algún familiar o amigo.

En el duelo también intervienen personas, prácticas y hasta artefactos culturales que mantienen los vínculos afectivos con los seres queridos fallecidos y regulan las emociones. Ejemplos de estos últimos son las tumbas, los memoriales, las cartas, las fotografías y los perfiles de redes sociales (como Facebook, Instagram y Tik Tok).

Los psicólogos Ignacio Brescó y Belén Jiménez señalan que estos instrumentos generan una sensación de que la persona fallecida escuchó y recibió el mensaje, sin que la o el doliente esté preocupado por saber si la conversación fue real. Es decir, se comprende que esa conversación es unidireccional.

“Lo importante es la función psicológica que el diálogo imaginario desempeña en mantener los vínculos afectivos con sus seres queridos, ofreciéndoles la sensación ‘real’ de compartir con ellos sus emociones”, indican en su artículo Deathbots. Debatiendo el uso de la Inteligencia Artificial en el duelo.

¿Pero qué ocurre cuando hay un diálogo bidireccional? Primero, según Brescó y Jiménez, se afecta el sentido de conexión con el o la difunta y va creando un efecto de ilusión de realidad— que es cuando creemos algo, sea verdad o no, sólo porque se nos presentó repetidamente, lo cual nos hace más susceptibles a la manipulación y la propaganda—.

Por su parte, la Dra. Jacqueline Herrera Rodríguez, experta en tanatología, agregó que el uso de estas tecnologías puede resultar perjudicial cuando se desarrolla una dependencia al bot o se recurre a él para sustituir a la persona que perdimos.

Sin embargo, el debate tiene sus claroscuros. Y así como se rechaza la implementación de los deathbots, también hay apertura para introducirla en las terapias tanatológicas y psicoterapéuticas, toda vez que sea en casos específicos, bajo la supervisión de un profesional y con protocolos bien establecidos.

Herrera Rodríguez se mostró a favor de utilizar la IA cuando las personas no pudieron despedirse de sus seres queridos, si no los conocieron (como ocurre en las pérdidas gestacionales ) o si no hubo “un cierre” adecuado (por ejemplo, en las desapariciones forzadas).

“Algunas herramientas les pueden ayudar a los pacientes y dan un alivio porque la persona siente como si su ser querido le hubiera retroalimentado (respondido) en eso que está pensando o sintiendo”, comentó en entrevista con Milenio.

Para ello considera primordial tener en claro cuántas sesiones dedicarán al uso de los chatbots y bajo qué condiciones. “Que no se convierta en algo de lo que el paciente pueda desarrollar una dependencia”, insistió.

Incluso, autores como Patrick Stokes sugieren introducir fallos en los códigos con el propósito de recordar a los y las dolientes que están conversando con una máquina y no con su ser querido.

Perdí a un ser querido … ¿Qué hago ahora?

La tanatología es aquella disciplina que aborda todo lo relacionado con la muerte. Por lo que su campo de acción va desde minimizar el sufrimiento psicológico de enfermos terminales, hasta la comprensión de familiares y amigos respecto a su situación

Al ser experta en la materia, la doctora Herrera emitió recomendaciones generales ante una pérdida, toda vez que la persona no tenga la posibilidad de acceder a ayuda profesional:

Darse permiso de sentir las emociones
Buscar a una persona confiable y que tenga buena capacidad de escucha “porque en el duelo muchas veces necesitamos hablar y hablar de nuestro ser querido”.
Buscar antidepresivos naturales: hacer actividad física, salir al sol, estar con la mascota o cualquier actividad que nos haga sentir bien.
Tener mucha paciencia

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