Juicio Político

Recuadros no utilizados

¡Vaya elección la del 1 de junio!, algunos ciudadanos que sí acudimos a las urnas, pocos, muy pocos seguramente lo hicimos en la conciencia de realizar un ejercicio ciudadano, dejémoslo en electoral, que no terminaría ese día. Curiosos y analíticos un tanto, podemos abonar en un futuro a las mejoras de esta experiencia, al menos en el punto de la ejecución. Lo previo de las reglas, el desfile de los acordeones y la pos verdad de los conteos quedan fuera de nuestro alcance.

Para empezar, en nuestro caso de Chihuahua, el choque emocional y mental de llegar a una casilla, cuasi vacía, donde recibías tus once boletas, hasta podías sentarte a llenarlas, en mi caso hasta cafecito me ofrecieron, boletas de todos colores y sabores, ni del mismo tamaño, separarlas, e iniciar el ejercicio de llenar algunos recuadros, cuantos hubieses considerado en el previo de tu selección o en ese momento.

En mi caso, pude medio entender pero mejor explicar lo que contenía cada boleta, en un ejercicio previo cívico de reuniones con vecinos, familia, amigos, colegas, después de haber hecho un breve rastreo de las y los candidatos en redes y por supuesto de conocer a algunos poquitos en persona, lo cual ayudó en mucho a que fuesen seleccionados para darles la confianza de un voto. He de reconocer que ese día, al estar llenando mis recuadros, el que en algunas boletas los recuadros tuvieran subdivisión interna me creo cierta confusión, enfatizando que soy sobreviviente de la “niebla mental” de la COVID- 19, tuve que revisar los listados de nuevo a pesar de llevar mi propia lista de candidatos. Por supuesto que me equivoqué en una boleta por tener dos del mismo color a diferente tonalidad y aunque atiné a detectarlo, debí añadir otro candidato más para no dejar la mínima duda de mi elección y que fuese un voto válido.

Al final, me di cuenta, tristemente que yo formaría parte de una cantidad estadísticamente significativa aunque no sabía cuánto, de personas que no utilizamos todos los recuadros, repasé de nuevo las boletas y había algunas que no tenían ninguna selección en toda la fila o la boleta , y no crea usted que me ganó la cuestión del género, en el mejor de los casos me sentía en un examen de opción múltiple, pero igual en un concurso del melate.

Tomé la decisión de usar solo los recuadros hasta donde finalmente había alcanzado la neurona y metí todos los votos en urna única, si las once boletas, ´pues esa fue la instrucción en mi casilla, pero no así en todas las de mi ciudad, me fui imaginando el reverendo desgarriate que iba a ser separar esos votos para el poder judicial federal y el estatal, aunque pensando en la poca votación de un 10 por ciento según mis estimaciones, tampoco sería tan complejo hacerlo.

Después de 10 días de conteos, que dicho sea de paso no son como otros conteos, pues paran a cierta hora, durante largos periodos de tiempo, pero bueno, después de los primeros resultados arrojados, se atina a ver que los recuadros no utilizados, fueron una constante en un gran porcentaje de los votantes.

Por ejemplo, para elegir a las y los ministros de la Suprema Corte de Justicia de la Nación aparece un 12 por ciento de recuadros no utilizados, lo que representa hasta 1.5 millones de votos , casi a la par de los votos nulos . En una menor proporción le pasa a la elección de Tribunal de Disciplina Judicial con 10.7 por ciento y en la Sala Superior del Tribunal Electoral con un 7.6 por ciento, recordando que en estas dos últimas boletas los recuadros a llenar eran mínimos.

El panorama se diferencia cuando llegamos a la elección de los Tribunales Colegiados del XVII Circuito Judicial con rangos entre el 14 y 16 por ciento y en los Juzgados de Distrito, donde los recuadros no utilizados fueron hasta del 15 y 16 por ciento.

¿Por qué no utilizar todos los recuadros? Pienso en varias posibilidades, desde algunas un tanto lógicas, como que el desconocer a la mayoría de los candidatos hacía difícil discernir y hacer la lista completa. Otra, es que, como en mi caso, pensaba que los libritos guinda o las coloridas listas que circulaban por las calles, ya tenían definidos ciertos perfiles y sería una “rudeza innecesaria” elevar a un grupo de personas previamente posicionado, ya que no estábamos en elección de planillas . Tal vez los que traían múltiples acordeones simplemente hicieron chile con queso al momento de votar sin terminar toda la tarea y dejaron varios huecos en la elección. Y por último, creo que muchos recuadros no fueron utilizados para poder posicionar a una única o único candidato al poder judicial, por cualquier motivo y no dar pie a que otros se acercaran o mejor dicho favorecer que la diferencia se ampliara. Sin embargo como hemos visto, por ejemplo en la elección de Magistraturas del Tribunal Superior de Justicia de Chihuahua y en su tan lento conteo, tan importante era elegir a los punteros, como demarcar algunos perfiles que se quedaban en la fila para entrar, tanto para impulsarles como para no hacerlo . En ese punto es cuando pienso en la utilidad de los recuadros no utilizados. Y como decía aquel comediante, ¡Lástima Margarito!

Habrá de todo por analizar de esta elección, mucho más por impugnar, pero lo cierto es que usted y yo que participamos este 1 de junio, podremos ser una voz que con justa razón señale lo que puede modificarse, sin duda.

Gabriela Cisneros / Doctora

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