La grandeza de Paquimé “Pueblo mágico”

Casas Grandes o Paquimé significa en tarahumara “Lugar de grandes casonas”.
La zona arqueológica de Paquimé se encuentra a las afueras de la población de Casas Grandes, la ocupación de este lugar se inició diez mil años antes de nuestra era y la construcción del poblado empezó hacia el setecientos de nuestra era.
Paquimé fue una población muy organizada, donde cada quien tenía sus obligaciones y todos trabajaban para todos, doscientos cincuenta años antes de la llegada de los españoles conocían el sistema de canales, ya que el agua era conducida hasta sus casas por medio de ellos, desde un manantial situado a nueve kilómetros al noroeste; ya dentro de la ciudad se almacenaba en depósitos y era distribuida nuevamente por canales hasta las habitaciones.
En Paquimé ya se dormía en camas, estas eran de troncos delgados incrustados en los muros de los cuartos, quedando unos arriba de otras, a las que se llegaba por escalones de tierra bien elaborados, en sus vestigios se han encontrado estas literas en pequeño lo indica eran para los niños.
Las ollas de cerámica son pintadas con figuras geométricas que dan una idea de lo adelantado que era su cultura. En J. Mata Ortiz, se encuentran una gran cantidad de ceramistas los cuales enseñan a sus familiares la producción de la cerámica, los quienes son unos verdaderos artistas y artesanos.
El barro como materia prima de las cerámicas puede ser encontrado en diferentes texturas, colores, dureza y presentaciones, esto debido a su composición química. Los colores del barro pueden ser negros, grises, amarillos, blancos, rojos y rosas, estos materiales se pueden encontrar en el rio casas grandes y sus afluentes.
La distinción de las ollas del noroeste del Estado de Chihuahua destaca e sus colores negros y rojos con diferentes variantes y aparecen naranjas, cafés, grises blancos etc., dependiendo del color del barro que se utiliza como fondo, oscuro o claro.
Estos colores son pigmentos minerales, de óxidos del manganeso para los negros y oxido de hierro para los rojos, los cuales se extraen de minas, se muelen y se mezclan con agua.
Las ollas de Mata Ortiz se pulen, se rayan, pintan y queman, pero existe una técnica de pulido denominado “El grafito”, esta técnica se descubre cuando se trazó una olla con lápiz, y las líneas no fueron borradas por el fuego, sino que al contrario brillaban con mayor intensidad lo cual le ha dado un estilo diferente y se han denominado “ollas grafitadas” las cuales dan una apariencia metálica extraordinaria a la superficie de las ollas.
Las ollas se lijan en fresco, es decir, antes de que la pieza seque totalmente, el pulido se realiza con distintos materiales los cuales van desde la mano húmeda, piedras pulidas, huesos o piezas de metal, después de esto con una tela húmeda o con una esponja fina se sella la superficie porosa del barro.
Todo mi reconocimiento a los ceramistas de J. Mata Ortiz, por su trabajo que identifican a Chihuahua en el mundo.
¡Me siento orgullosa de ser hija de estas hermosas tierras norteñas!