Juicio Político

Eduardo y Mayrín tienen cuentas de banco aparte

“Durante muchos años dije que yo mando en mi casa y aprendí la lección a trancazos. Es una cuestión de egos hasta que dije: ‘Mi mujer es la que logra la paz en mi hogar si está contenta y también trabaja’. En cuanto a lo del dinero, cada quien tiene su cuenta de banco, eso se respeta y nunca nos pusimos de acuerdo en cuanto a quien paga que cosa, sucedió orgánicamente y yo sé lo que tengo que pagar y cuáles son mis obligaciones”.

¿Físicamente qué es lo que más te gusta de tu esposa?

“Sus pompas son hermosas, me encantan, una mujer sin pompas es como una noche sin luna, como vaquero sin pistola, como hot dog sin ketchup.”

¿También te gustan las mujeres con pechos pequeños?

“La verdad no, en general y lo digo con respeto, nunca hubo en mi vida mujeres planitas”.

¿A los productores ya les gustó meterlos a ti y a tu esposa Mayrín Villanueva en todos los proyectos?

“Así es, no nada más Sebastián Rulli y Angelique Boyer pueden gozar de ese privilegios. Muchos dicen qué no es tan fácil trabajar y vivir juntos y me preguntan ‘¿no te cansas de estar junto con tu mujer en la casa y en la chamba? ‘Y mi respuesta es: Para mí es un privilegio trabajar con la mujer que amo por la complicidad enorme que tenemos.”

Santamarina revela: Claudia Martín empezó como diseñadora de vestuario
Ayer vi a la protagonista que está contigo en la novela, Claudia Martín, está preciosa, ¿te llevas bien con ella?

“Claro, no sé si tu Shanik sabes que Claudia empezó en Televisa como diseñadora de vestuario, un director la vio, dijo qué bonita y la invitó: ‘¿Quieres tomar un curso especial del CEA con el señor Eugenio Cobo? Y habiendo muchas protagonistas Claudia está en una telenovela tras otra porque es linda, disciplinada, muy estudiosa y está formando una carrera hermosa”, concluyó Eduardo Santamarina

Ána Bárbara comparte su método para evitar la taquicardia familiar
Ana Bárbara lo dijo clarito con toda la sabiduría ranchera: “De los parientes y el Sol, entre más lejos, mejor.” Y no exagera cuando dice que la distancia es un regalo, una especie de “spa emocional”, porque todas las familias tienen sus elementos tóxicos —unas más que otras— y lo mejor para evitar la taquicardia familiar es el respeto, la sana distancia y cero drama.

Así que nada de ‘te vengo a visitar’ ni a invadir tu espacio, cada quien en su casa y Dios en la de todos. Ya cuando se extrañan se vuelven como muégano espiritual.

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