200 años de historia, memoria y compromiso
Chihuahua es una joya en la federación de estados de la República Mexicana, no solo por ser el 12.5 del territorio nacional, con sus 247.087 kilómetros cuadrados sino porque en su crisol social amalgama como en pocos lugares del país, la memoría de los originales pueblos que la habitaron hasta en 80 grupos diferenciados según historiadores, la fuerza de las cuatro grupos indígenas pimas, guarojíos, tepehuanos y rarámuris, que resisten hasta ahora a los que dicen les conquistaron, sumándose en todos la generosidad de una población mestiza que ha acogido a los de fuera para hacerlos y tratarlos como propios, en el caso de; los mormones, los lebarones y menonitas. Todos convergiendo con el rostro del pueblo chihuahuense, sabedores que; en la unidad nacional se juega el destino de nuestra patria común, así que esta conmemoración del bicentenario del pacto federal, ha de ser más que una fiesta conmemorativa, un ejercicio de valorar nuestra historia y mostrar la real memoria que nos haga entender con claridad de dónde venimos, en donde estamos, y hacia a dónde vamos. G.A.L.D.
La historia
El Pacto Federal de 1824 en México es un momento crucial en la historia del país. Este año, 2024, marca el bicentenario de la firma de este pacto, que estableció las bases del sistema federal de gobierno en México. La Constitución de 1824, resultado de este pacto, fue la primera en establecer una república federal en lugar de una república centralista, dividiendo el poder entre un gobierno central y los estados individuales.
El pacto federal de 1824 estableció un modelo de gobierno constituido con un presidente, un Congreso bicameral y una Corte Suprema, además de garantizar la autonomía de los estados. Este cambio fue fundamental para la organización política y territorial del país y ha tenido un impacto duradero en la estructura gubernamental de México.
Memoria
La conmemoración de los 200 años de este evento puede incluir diversos actos y reflexiones sobre su importancia histórica y su relevancia en la actualidad. Es un momento para recordar los principios de federalismo y autonomía que siguen siendo pilares fundamentales del sistema político mexicano.
Resulta necesario recordar la pérdida de la mitad del territorio mexicano a manos de Estados Unidos, es un hecho histórico significativo y complejo, que tuvo lugar principalmente a través de dos eventos importantes: la anexión de Texas y la INVASIÓN llamada eufemísticamente, Guerra México-Estados Unidos. QUE ES IMPORTANTE MANTENER PRESENTE Y NO OLVIDAR.
Anexión de Texas
1. Texas era originalmente parte de México. En 1836, los colonos angloamericanos en Texas, que eran mayoría, arrebataron esa soberanía y declararon su independencia de México, formando la República de Texas. Cuya extensión territorial fue la primer pérdida nacional de 696,241 kilometres cuadrados es decir, casi 2 y media veces el actual territorio de Chihuahua.
2. Anexión por Estados Unidos: En 1845, Texas fue anexado por Estados Unidos, lo que llevó a tensiones con México. México nunca reconoció la independencia de Texas ni su anexión a Estados Unidos.
Guerra México-Estados Unidos (1846-1848)
A raíz del descubrimiento de oro en la región de California desde 1842 cuando gambusinos sonorenses ya explotaban los yacimientos de este preciado metal, Estados Unidos con 21 millones de habitantes generó un artificial conflicto bélico, contra su débil vecino que solo contaba con 7 millones de habitantes dispersos en una vasto territorio sí, pero desarticulados y generó un conflicto, debido a la disputa fronteriza entre México y Estados Unidos. Estados Unidos afirmó que el Río Grande era la frontera, mientras que México sostenía que era el Río Nueces. La guerra comenzó en abril de 1846, cuando las tropas estadounidenses y mexicanas se enfrentaron en la zona disputada.
La guerra fue desfavorable para México. Las tropas estadounidenses, mejor equipadas y organizadas, avanzaron rápidamente, capturando importantes ciudades mexicanas, incluida la capital, Ciudad de México, en septiembre de 1847.
Tratado de Guadalupe Hidalgo: La guerra terminó con la firma del Tratado de Guadalupe Hidalgo el 2 de febrero de 1848. Según este tratado:
México cedió aproximadamente 1.36 millones de kilómetros cuadrados de su territorio a Estados Unidos, incluyendo lo que hoy son los estados de California, Nevada, Utah, Arizona, Nuevo México, Colorado, Wyoming y partes de Kansas y Oklahoma.
Estados Unidos pagó a México 15 millones de dólares como compensación y asumió 3.25 millones de dólares en reclamos de ciudadanos estadounidenses contra México.
El 15 de marzo siguiente el periódico The Californian publicó la noticia. El periodista que la firmaba, Samuel Brannan, inmediatamente puso una tienda de suministros para los cazafortunas que llegarían. Brannan corrió por las calles de San Francisco, con un frasco lleno de oro y gritando «¡….oro, oro! ¡Oro en el río Americano!
Venta de La Mesilla (1853)
Compra de La Mesilla: En 1853, Estados Unidos adquirió un territorio adicional en el sur de Arizona y Nuevo México a través de la compra de La Mesilla. Estados Unidos pagó 10 millones de dólares por este territorio, que era necesario para construir una ruta ferroviaria transcontinental.
Estos eventos resultaron en la pérdida de aproximadamente la mitad del territorio original de México, lo que tuvo profundas implicaciones para el desarrollo y la historia de ambos países.
La extensión del territorio conocido como La Mesilla, que Estados Unidos compró a México en 1853, era de aproximadamente 76,800 kilómetros cuadrados (o 29,670 millas cuadradas). Este territorio está ubicado en lo que hoy son los estados de Arizona y Nuevo México.
En suma es necesario recordar que México perdió ante el embate y abuso de los norteamericanos, un total de 2,133,041 dos millones ciento treinta y tres mil cuarenta y un kilómetros cuadrados que era más del 50 por ciento del territorio mexicano, de ese tamaño fue el despojo.
Y Chihuahua ya existía como estado 44 años antes. Que conste.
El compromiso
Siempre habrá riesgos para la nación y la cadena del pacto federal, digámoslo claro, es tan fuerte como el más débil de sus eslabones, recordemos a los 10 llamados “gobernadores federalistas” que para congraciarse con la llegada de Joe Biden a la Presidencia de Estados Unidos, enviaron una misiva manifiesto buscando trabajar con “objetivos comunes” obviando a la Secretaría de Relaciones Exteriores y Gobernación Federal entre estos diez que podrían calificarse de traidores al pacto federal estaba y firmaba el gobernador del momento en Chihuahua, Javier Corral con doble nacionalidad encubierta que de hecho lo debió imposibilitar para el ejercicio de la gubernatura. En fin solo es para advertir los riesgos de jugar con otros intereses que no sean los de nuestro país, usaré la brillante y clara idea del maestro Ulrich Robert, quien en su análisis sobre el Pacto Federal, utiliza la metáfora de una cadena y sus eslabones para ilustrar la interdependencia y la cohesión necesarias en un sistema federal. Al comparar el pacto con una cadena, enfatiza cómo cada eslabón (cada estado) es crucial para la integridad y la fortaleza de la cadena en su conjunto (la federación).
La idea es que, al igual que una cadena es tan fuerte como su eslabón más débil, una federación es tan sólida como la unidad y la cooperación de sus estados miembros. Esta metáfora destaca la importancia de la colaboración y el apoyo mutuo entre los estados para mantener la estabilidad y la funcionalidad del gobierno federal. Además, subraya que la ruptura o la debilidad de uno de los estados puede afectar negativamente a toda la federación.
En el contexto del Pacto Federal de 1824 en México, esta comparación resalta la necesidad de un equilibrio adecuado entre la autonomía de los estados y la autoridad del gobierno central para asegurar el éxito y la cohesión del país”.
Felicidades por tus 200 años Chihuahua y estaremos atentos de que nunca seas el eslabón más débil de la cadena en el Pacto Federal. ¡Larga vida a México!