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Pulpo maya, el animal que destaca por su inteligencia y capacidad de supervivencia

La fauna mexicana es una de las más diversas del mundo, sus múltiples especies endémicas son prueba de ello. Un ejemplo es el pulpo maya, el cual se encuentra distribuido en la Península de Yucatán y que ha llamado la atención de expertos debido a la inteligencia del animal marino.

El Octopus maya, mejor conocido como el pulpo maya, es una especie marina endémica de México que fue descubierta recientemente, pues su primer avistamiento se registró en 1966, esto de acuerdo con la revista universitaria, Gaceta UNAM.

El también conocido como pulpo rojo o pulpo cuatro ojos, radica en distintos puntos de la Península de Yucatán al sureste del país. Éstos habitan en grietas de rocas y huecos del fondo, incluso en conchas de moluscos y entre otros objetos sumergidos.

De entre las más de 300 especies de pulpos que hay alrededor del mundo, el maya tiene la particularidad de que nace casi totalmente desarrollado, sin mencionar que no está sujeto a las corrientes marinas, situación que provoca que habite una específica, en este caso, en la plataforma continental de la Península de Yucatán.

Es una especie marina con una esperanza de vida corta, pues su promedio de vida es de aproximadamente 18 meses. Sus proporciones llegan a ser alrededor de un metro y suelen pesar más de 3 kg.

Otro aspecto llamativo de los pulpos es que la mayor parte de su vida es solitaria, incluso sólo se reproducen en una ocasión y llegan a desovar entre 200 y 400 huevos. No obstante, tienen la capacidad de poner un máximo de dos mil huevos y su desarrollo embrionario es directo.

Cabe mencionar que el periodo de reproducción se da durante todo el año, con dos picos anuales de madurez y desove, que se suele dar entre primavera y otoño.

Los pulpos mayas tienen una alimentación diversa que abarca 52 especies en su dieta, incluso son caníbales.

De acuerdo con un estudio realizado los investigadores, el Dr. Fabián Vergara Ovalle y el Dr. Hugo Sánchez Castillo, de la Facultad de Psicología de la Universidad Nacional Autónoma de México (UNAM), el pulpo maya tiene un sistema nervioso semi-centralizado, le permite al pulpo maya tener autonomía en cada uno de sus brazos para percibir información y responder ante otros estímulos.

“Lo cual nos habla de que no hay un procesamiento único como es usual en los vertebrados, sino que se hace a lo largo del cuerpo y el conocimiento que un brazo procesa se transfiere a los otros”, explicó Vergara a Gaceta UNAM.

Dicho artículo publicado en la revista Animal Cognition, tuvo como objetivo principal estudiar la memoria de reconocimiento de objetos en los pulpos y su desarrollo ontogenético de esa memoria.

En este trabajo de investigación pudieron saber que el lóbulo inferior frontal y el bucal son los que participan en esta tarea sensorial de memoria, pero que además hacen un uso importante del aprendizaje visual y táctil.

“Los pulpos tienen algo que se llama memoria de reconocimiento de objetos. Este proceso implica que están conscientes de su hábitat y de los cambios que suceden en este, pero también que procuran la interacción con su entorno de forma visual y táctil. Esto les permite tener un mayor éxito de supervivencia porque deben ir adaptándose a las diferentes circunstancias que se les presentan”, explicó Sánchez a la revista universitaria.

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