Aqui te decimos cómo llegar a “la catedral perdida” en Batopilas

En la ribera del río Batopilas, escondido entre las zonas boscosas y las barrancas imponentes, se encuentra el otro “Satevó”, una iglesia bautizada como la Misión Santo Ángel Custodio, la cual es conocida como la Misión de Satevó; una construcción antigua, cuya fachada principal derrocha destellos de una historia vieja que aún se resiente en México: El Colonialismo.
Silenciosa y a la espera, se impone ante el visitante que no adivina que aquel templo austero está en pie desde 1699, fecha en la que Manuel Ordaz la fundó con el propósito de evangelizar a los grupos que se resistían a la conquista y colonia. Esta iglesia se bautizó en honor al Santo Ángel Custodio, y se mantuvo activa hasta 1767, año en que los jesuitas fueron expulsados del país, y como ellos la administraban, la iglesia cerró sus puertas por tiempo indefinido.
Siendo así, este templo quedó en estado de abandono por espacio de 200 años, hasta que en el siglo XX, fue encontrada y restaurada parcialmente, devolviendole algo de su antiguo poderío.
Los encargados de llevar a cabo la restauración fueron los frailes de Propaganda Fide, un ministerio dedicado a la evangelización alrededor del mundo, quienes lograron que la Misión de Satevó se concretara como un proyecto histórico de gran valor.
Es importante agregar que la Misión de Satevó también es conocida como “La catedral pérdida” debido a su ubicación, que aunque está a 8 kilómetros del poblado de Batopilas, realmente se encuentra escondida en las joyas naturales que posee esta región del estado.
Desde Chihuahua Capital, la mejor ruta para llegar a Batopilas es tomando la carretera a Cuauhtémoc. Una vez ahí, buscar la salida a La Junta, y continuar por la carretera a Creel, la cual conducirá hasta Batopilas. Es importante resaltar, que con este recorrido se hace un aproximado de 7 horas de trayecto; no obstante, al internarse en la Sierra Tarahumara, los prodigios que la cubren no pasarán desapercibidos al ojo que anhela el contacto con la naturaleza.
Una vez en Batopilas, hay que caminar. Si bien ocho kilómetros suenan sencillos de sortear, la verdad es que las mejores formas de llegar a la Misión de Satevó es a través de la caminata, o bien un vehículo todo terreno, e incluso se puede ir en bicicleta. Cabe resaltar que aunque la distancia es corta, los visitantes pueden tardar hasta una hora en llegar a la iglesia, debido a los sinuosos y escarpados caminos que pareciera, la protegen.
Una vez ahí, se puede adentrarse en la iglesia, visitar el panteón que hay enseguida de la iglesia, así como explorar la naturaleza de este particular templo ubicado en mitad de las barrancas del cobre. Así mismo, es importante no olvidar traer ropa cómoda, agua y alimentos.