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Casio a 60 años de calcular y apoyar el futuro de la educación en México

Durante seis décadas, Casio ha sido sinónimo de confiabilidad en los negocios y en las aulas mexicanas. Desde las primeras calculadoras científicas hasta los modelos más recientes con pantallas a color, gráficos en 3D y programación en Python, la marca ha sabido adaptarse a los tiempos sin perder su enfoque principal: apoyar la educación.

En el pasado, para profesionales como comerciantes, contadores, ingenieros, oficinistas y científicos, su vida cotidiana giraba alrededor del uso de artefactos y calculadoras mecánicas que requerían habilidades físicas, metódicas y a veces extenuantes pues estas máquinas requerían coordinación mano-ojo, comprensión del mecanismo y mucha atención al detalle, además eran ruidosas, con palancas, manivelas o teclados que obligaban a operar paso a paso.

Es así como desde sus inicios superó numerosos desafíos tecnológicos. Desde sus modelos más sencillos como la mítica fx-82, hasta las actuales ClassWiz o fx-CG50, ha sabido leer las necesidades del presente y enfrentado el reto de mantenerse relevante en un mundo donde lo digital avanza a velocidad vertiginosa.

La respuesta ha sido clara: apostar por tecnología de vanguardia. Desde que la marca lanzó la 001, la primera calculadora electrónica de escritorio con funciones de memoria y posteriormente desarrolló la 14-A, siendo la primera calculadora compacta completamente eléctrica del mundo y que funcionaba sólo con circuitos eléctricos en lugar de usar engranajes o motores, nunca han dejado de innovar.

“No solo son calculadoras, son una herramienta de vida que ha acompañado a millones de estudiantes mexicanos desde primaria hasta la universidad”, afirma Hirofumi Takeda, director general de Casio México.

Su capacidad de reinventarse fue clave para mantenerse como líder del mercado. Hoy, sus calculadoras no solo resuelven operaciones matemáticas, sino que permiten explorar conceptos complejos a través de gráficos, tablas y simulaciones interactivas.

Sus calculadoras actuales no solo resuelven operaciones complejas, también permiten sincronizarse con computadoras, tablets o smartphones a través de plataformas como classpad.net, que actúa como emulador y extensión virtual de la calculadora. Ahí los estudiantes pueden continuar trabajando ya sea desde casa, en la escuela o incluso en un ciber. Gracias a su ID, el acceso a estas funciones está garantizado durante 4 años.

“Ya no solo vemos resultados numéricos, ahora los estudiantes pueden generar representaciones gráficas, tablas, y manipular datos de forma intuitiva y visual”, señala Alfredo Cano, director comercial para la división de productos de consumo en Casio.

Uno de sus pilares más fuertes en el país es su compromiso con la educación. Más allá de vender calculadoras, han construido una comunidad educativa. Actualmente colaboran con municipios y docentes para crear materiales y recursos que enriquezcan el aprendizaje en todos los niveles, desde primaria hasta universidad.

“Estamos desarrollando una comunidad de docentes con quienes co-creamos materiales, tutoriales y estrategias para facilitar el aprendizaje con nuestras herramientas”, explica Claudia Leticia Méndez Bello, coordinadora académica de Casio Educación en México.

Sus modelos más recientes se usan en bachilleratos tradicionales y en el bachillerato internacional, incorporando herramientas que permiten un aprendizaje más visual, práctico e incluso divertido.

Un tema que preocupa a la marca es la piratería de calculadoras. Existen copias con apariencia similar a los modelos originales, pero sin la misma calidad ni funcionalidad. Las diferencias son sutiles en diseño, pero profundas en experiencia de uso.

En el desarrollo matemático es donde vienen los arrepentimientos. Las copias fallan cuando se necesita precisión y confiabilidad”, advierte Alfredo Cano.

Por eso, la marca recomienda comprar siempre en tiendas de prestigio, revisar que el producto tenga su empaque original y características auténticas como el acabado de teclas, el tono de color y los accesos digitales mediante QR.

Algunos datos que llaman la atención:

Casio lleva 60 años en México.

Sus calculadoras más avanzadas permiten conexión con lenguajes de programación como Python y generar gráficos en 3D.

classpad.net permite trabajar en línea desde cualquier dispositivo.

A través del Casio ID, los docentes tienen acceso a la plataforma exclusiva para ellos con materiales descargables.

Modelos como la fx-991 rosa nacen de sugerencias de estudiantes que pidieron más variedad y estilo.

Entre las novedades, la marca prepara un evento para docentes y para distribuidores en octubre, además de seguir fortaleciendo la red de colaboradores para crear una fuerte comunidad académica. También se espera la llegada de más modelos a color y herramientas de visualización avanzada.

“La clave está en escuchar a quienes usan nuestros productos: estudiantes, maestros y profesionistas. Esa ha sido siempre nuestra brújula”, finalizó Takeda.

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