La estática de la pantalla es un eco del origen del universo

Antes de que existieran los servicios de streaming y los canales digitales, muchas personas veían la televisión a través de antenas. Cuando no había señal, la pantalla se llenaba de puntos blancos y negros parpadeantes, acompañados de un ruido constante, como un “shhhhhh”. A eso se le llamaba estática o “nieve”.
Pero, lo que pocos saben, es que parte de ese ruido no es terrestre… sino un mensaje del universo.
Un eco del Big Bang
Esa “nieve” que veías en tu tele análoga contenía una pequeña fracción de radiación cósmica de fondo: una señal que ha viajado por más de 13 mil millones de años, desde los orígenes del universo.
Este fenómeno es conocido como Radiación de Fondo de Microondas (o CMB por sus siglas en inglés, Cosmic Microwave Background), y es una especie de eco del Big Bang, el evento que dio origen al universo.
En 1965, dos ingenieros de telecomunicaciones llamados Arno Penzias y Robert Wilson, que trabajaban para los Laboratorios Bell en Nueva Jersey, intentaban eliminar un molesto ruido de fondo en una gran antena. Sin importar hacia dónde la apuntaran o cuánto limpiaran el equipo, el ruido seguía ahí.
No era una interferencia local, ni excremento de palomas (aunque eso también probaron limpiarlo). Lo que habían detectado, sin saberlo, era la radiación remanente del Big Bang, presente en todas partes del espacio.
Por ese descubrimiento, ganaron el Premio Nobel de Física en 1978.
En una pantalla de televisión análoga sin señal, alrededor del 1% del “ruido blanco” que se ve y escucha es causado por la radiación cósmica de fondo. El resto proviene de interferencias eléctricas, estática atmosférica y otros factores terrestres. Pero esa pequeña parte cósmica es suficiente para recordarnos que el universo aún conserva huellas de su nacimiento.
La radiación de fondo es una de las pruebas más sólidas de que el universo tuvo un comienzo explosivo. Desde su descubrimiento, los científicos han podido estudiar su temperatura, su distribución y sus variaciones, lo que ha ayudado a entender cómo se formaron las galaxias, las estrellas y los planetas.
Así que la próxima vez que veas un televisor antiguo sin señal, recuerda que esos puntos y ese zumbido no son solo ruido: son una señal antigua, silenciosa, pero constante, de que el universo alguna vez fue una sopa caliente y brillante… y que aún podemos escucharlo susurrar desde el pasado.