Estas son las oraciones que los fieles hacen al Centauro del Norte

En la religión católica, el nacimiento y canonización de santos no es frecuente, y en definitiva, no es un trámite que sea sencillo, ya que antes hay que probar los milagros del personaje en cuestión, su forma de vida, entre otras situaciones que pueden durar años en gestiones.
No obstante, en México, la veneración de figuras históricas como santos se ha vuelto común con el pasar de los años, siendo la mayoría personas que vivieron en la época revolucionaria, personajes que se han venerado como Malverde, el Niño Fidencio, e inclusive, grandes combatientes como es el caso del General Francisco Villa.
Acorde a José Gil Olmos, el culto al general Villa comenzó en la década de los cincuenta, en la región norte de México, estableciéndose en Sonora, Chihuahua, Coahuila, Durango y Nuevo León. Según los datos recabados, comerciantes de veladoras y productos, comenzaron a notar un auge en productos del general; velas, bultos e inclusive perfumes.
Así mismo, este culto fue incrementando hasta volverse parte de la veneración colectiva de muchos creyentes. Gil Olmos, cuenta que en La Coyotada, Durango, lugar de dónde es originario el general, hay una estatua de él, en la cual los seguidores de San Francisco Villa, depositan velas y una oración. También, se llegó a rumorear, que existía una Escuela de estudios psiquícos llamada Dorotero Arango, fundada en el cuarto de la casa de Juana Hernández, habitante del lugar.
En Parral, el culto no se queda atrás, ya que ha sido posible observar, que año con año, la tumba del general Francisco Villa se encuentra congestionada con veladoras, y fieles que se toman un momento para dedicar una oración buscando que el santo interceda por él, en temas de dinero, justicia, e incluso amor ya que no se ignora que el general poseía fama de mujeriego.
En redes sociales es posible apreciar en la actualidad, testimonios, altares y objetos, asegurando que el santo en cuestión realmente obra en favor del que acude con él con fe.
Olmos Gil, recopiló algunas de las oraciones especiales que se realizan al santo del general Villa, las cuales se emplean para pedir intercesión en diversas situaciones. Una de estas oraciones especiales, es:
Oh, Gloriosísimo revolucionario san Pancho Villa, siervo fiel y defensor del pueblo, tú que fuiste encarcelado, herido, perseguido por soldados extranjeros, asesinado, cortado y robada tu cabeza; Tú que con la bondad de tus hazañas, derrotando a los asesinos y traidores contrarrevolucionarios y castigando a los explotadores, hiciste poderosos y fieles a los pobres, nunca serás olvidado porque mucho se te quiere; por eso se te honra e invoca como incansable, combatiente y victorioso, santo patrón de los casos difíciles y desesperados.
Según la práctica de este culto, la imagen del general Villa se coloca al centro del altar, junto con una vela y una copa de tequila. La tradición cuenta, que sí el general Villa se bebe el tequila, la petición que se le había hecho se hará realidad, por lo que hay que rezar la siguiente oración:
En el nombre de Dios nuestro señor
invoco a los espíritus que te protejan
para que me ayudes,
así como ayudaste a los necesitados,
así como venciste a los poderosos,
así te pido tu protección espiritual,
para que me libres de todo mal y me des el ánimo necesario
y el valor suficiente para enfrentarme a lo más difícil
que se me presente en la vida.
Amén.
Aunque parezca un hecho insólito, gente asegura que el espíritu del Centauro del Norte se ha manifestado, y les ha hablado. Precisamente, en su investigación, Olmos Gil relata que a la señora Helia Villa, se acercaron en Roma, Texas, para contarle que en la comunidad, el general Francisco Villa se aparecía cada vez que lo invocaban. Con todas las anécdotas que rondan su vida y después de muerto indudablemente el general Villa, continúa siendo un mito aún a más de 100 años de su fallecimiento.