Ignacio Rivero, el alma y guía de Cruz Azul

Ignacio Rivero es ese capitán que le hacía falta a La Máquina. El mediocampista fue el encargado de levantar la Copa de Campeones de la Concacaf para coronar una trayectoria positiva dentro del conjunto celeste.
Su liderazgo y versatilidad están comprobados y fueron pieza clave en el semestre que recién terminó, aunque lo cierto es que lo ha demostrado desde su llegada al equipo, en el 2020.
Ignacio Rivero destaca por su intensidad en el campo, lo que lo convierte en uno de los jugadores más valiosos no sólo de Cruz Azul, también de la Liga Mx. El ímpetu del uruguayo es un plus en el vestidor. Es un líder moral que siempre da la cara en los momentos complicados y que no escatima en garra a la hora de celebrar los logros del equipo.
José Ignacio Rivero Segade, nació el 10 de abril de 1992 en Montevideo, Uruguay. Sus cualidades en el campo lo colocan en la media cancha, aunque también actúa como lateral derecho.
Rivero debutó como profesional en 2012, con Central Español en Uruguay, equipo en el que disputó 77 partidos y marcó 14 goles. En el 2015 se mudó a Argentina para unirse a Defensa y Justicia, donde jugó 55 partidos y anotó 3 goles, durante su estancia entre 2015 y 2018.
El uruguayo llegó a México en el 2018 contratado por Xolos, equipo en el que, a pesar de ser un referente, no se caracterizó por tener un olfato goleador. Ahí, jugó 80 partidos y marcó seis goles.
En julio de 2020, Rivero fue cedido a Cruz Azul, con quien debutó el 25 de julio. Al terminar su préstamo, el club hizo efectiva su compra, en julio de 2021.
Desde entonces, el mediocampista ha sido una pieza clave en el equipo, contribuyendo a la obtención de títulos como la Liga MX en el torneo Guardianes 2021, la Supercopa de la Liga Mx en 2022 y la reciente Copa de Campeones de la Concacaf en 2025.
De hecho, es uno de los únicos tres futbolistas que aún permanecen en el equipo luego del título del 2021. Los otros dos son Alexis Gutiérrez y Andrés Gudiño, aunque el guardameta no tuvo minutos esa temporada.
Rivero tomó la capitanía en medio de la polémica que rodeó a Cruz Azul, luego de la salida inesperada de Juan Escobar, quien en ese momento era el encargado de portar el gafete, pero se ha ganado la confianza a pulso y es hoy, sin duda, uno de los hombres más importantes del equipo.
El uruguayo volvió a escribir su nombre en la historia de Cruz Azul, ahora como capitán, al levantar el trofeo de la Concacaf Champions Cup 2025, título que tuvo un significado especial para el futbolista, pues una noche antes de ese compromiso nació su primogénito.
Nacho tuvo permiso especial para abandonar por un momento la concentración y estar presente en el hospital con su esposa. Un momento, que nunca olvidará. Sólo durmió tres horas, fue titular y abrió la goleada que encaminó la goleada sobre Vancouver. “Muy feliz, una alegría inmensa por lo que viví en estas últimas horas. Ser papá y anotar en una final es algo que no se olvida”, compartió al finalizar el partido.
El gol del uruguayo encaminó a La Máquina hacia su séptimo título internacional y asegurar así su lugar en el próximo Mundial de Clubes.